El Comité Nacional del Transporte por Carretera expresa su «honda preocupación» por el modo en que determinadas empresas, de las que se ha dado en denominar de «economía colaborativa, precarizan los servicios de transporte y distribución urbana e interurbana de mercancías, ofreciendo su realización por medio de particulares a los que no están vinculados por relación laboral, ni mercantil, ni de clase alguna».
El citado comité denuncia que «resulta aún más escandaloso que tales prácticas sean publicitadas con total transparencia y absoluta desvergüenza, sin que exista la más mínima reacción, ni por las autoridades llamadas a defender la legalidad, ni por buena parte de la sociedad, quienes contemplan impasibles cómo estas empresas se enriquecen con el margen de beneficio que obtienen del incumplimiento de la ley».
Ante esta situación, el Comité Nacional del Transporte por Carretera afirma que «no podemos sino hacer un llamamiento al sentido común, con el fin de que se imponga algo tan elemental como el respeto a la ley y a las reglas de la competencia por las que se rige el mercado, evitando que éste se convierta en una junga digna de sociedades subdesarrolladas».